Es el pintor de la precordillera Catamarqueña. Si el paisaje es la luz, color y dimensión, él sabe encontrar el estado de la naturaleza valiéndose de estos tres elementos.A sus comienzos como caricaturista, le siguieron sus primeros pasos como pintor autodidacta. La influencia del maestro Jorge Bermúdez fue decisiva y la naturaleza, su gran maestra.Nacido en la ciudad de Catamarca, realizó toda su obra en el ámbito de la provincia.
Ya en el nuevo milenio, sigue tan vigente como si su último trazo no se hubiera secado. Los sufridos hombres y mujeres de esta tierra reclaman, con un silencio a gritos que sale de sus bocas carnosas, de sus rostros angulosos, de sus expresiones mansas cargadas de frustración, desamparo y resignación.
Hoy su obra se inscribe junto a la de los grandes artistas de esta tierra, como Laureano Brizuela, Hernando Dalla Lasta, Juan Oscar Ponferrada, o Carlos Villafuerte, cada uno en su forma expresiva, pero todos en una comunión de sentimientos de amor hacia la tierra y el hombre.
Mereció las siguientes distinciones:
- Premio en el Primer Salón de Artistas Catamarqueños en Bs. As
- Premio en el Salón de Artistas Catamarqueños en Rosario
- Dos Premios Adquisición en el Primer Salón Argentino de Artes Plásticas de Córdoba.
Posee obras en:
- Museo Nacional de Bellas Artes (Bs. As.)1
- Museo de la Boca (Bs. As.)
- Museo Castagnino (Rosario) 2
- Museos de las ciudades de Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Estocolmo (Suecia)
- En edificios públicos y pinacotecas particulares del país y del extranjero.
En 1921 realiza su primera exposición en los salones del club Social de Catamarca, con resonante éxito. Se traslada a la Capital Federal donde continúa, ya en el campo de la pintura, aunque sin olvidar sus comienzos, ya que colabora con la revista Caras y Caretas y en el Diario Críticas.
Vuelve definitivamente a su provincia donde comienza a crear su obra pictórica basada en paisajes, tipos y costumbres del medio.
Desde 1921 a 1981 realiza 38 muestras individuales y numerosas colectivas.
Colaboró como escenógrafo en el largometraje de José Ramón Luna “Cerro Guanaco“, 1959.3
Se dedicó a la pintura de caballete, desarrollando una obra que hoy atesoran museos del país y del mundo.
Muere en San Fernando del Valle de Catamarca, Argentina, como maestro jubilado y Asesor Cultural del Poder Ejecutivo de Catamarca.