Don Luis Guillermo Varela Lezana (1900-1982) palpitó desde su nacimiento el corazón de su tierra y su gente.
Su necesidad de expresión encontró el cauce seguro de la pintura. Fueron sus vehículos el papel, la carbonilla, los pinceles, las telas…
Con una paleta exquisita, inconfundible, plena de movimiento y color, regaló a Catamarca y a Argentina, un genuino testimonio del paisaje, del hombre y de la cultura de esta provincia.